
El cementerio de Olivos cuenta con un anillo de seguridad de cámaras de 360 grados con Inteligencia Artificial, que videovigilan todo el perímetro y son monitoreadas desde ESCUDO, la nueva central de monitoreo municipal. Gracias a esto, las patrullas municipales lograron detener in fraganti a un delincuente que robaba piezas de las lápidas.
El hecho comenzó cuando una de las cámaras de visibilidad periférica del cementerio de Olivos, gracias a las analíticas de Inteligencia Artificial incorporadas en el sistema, detectó dentro del perímetro a un individuo que saltaba desde el paredón hacia la calle, sobre el ingreso peatonal de la calle Pelliza.
A partir de esta primera alerta, los agentes de monitoreo de ESCUDO informaron la descripción de este “saqueador de tumbas”, tratándose de un hombre de contextura delgada, vestido de negro y con una remera amarilla abajo, que hurtaba elementos de bronce colocados en las lápidas.
Rápidamente, se inició el seguimiento a través de las cámaras de seguridad en la vía pública, identificando la ubicación exacta del delincuente en tiempo real en el cruce de Pelliza y Rosetti.
Con toda la información a disposición, elementos de la Patrulla Motorizada de Vicente López lograron detenerlo en la intersección de la calle Bellocq, a unos metros del lugar, y lo trasladaron a la comisaría más cercana.
Ahora, quienes descansan en el cementerio de Olivos pueden, gracias al monitoreo y la tecnología del Municipio de Vicente López, hacerlo en paz.
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