
La Policía Federal desmanteló una organización criminal que se disfrazaba de agentes federales para ingresar a casas y comercios con la excusa de realizar allanamientos, con el fin de cometer robos. La banda operaba en distintas localidades de la zona sur del conurbano bonaerense y fue desarticulada tras una investigación ordenada por la Justicia.
La investigación fue impulsada a partir de directivas del Ministerio de Seguridad nacional y la llevó adelante el Departamento de Investigaciones Especiales, dependiente de la Superintendencia de Investigaciones Federales.
Las primeras pistas surgieron de una serie de denuncias que alertaban sobre un grupo de delincuentes que, haciéndose pasar por brigadas policiales, irrumpían en propiedades bajo el pretexto de operativos oficiales y despojaban a los moradores de sus pertenencias.
Ante esos hechos, la Unidad Funcional de Instrucción y Juicio 2 de Ezeiza, del Departamento Judicial de Lomas de Zamora, bajo la supervisión del fiscal Carlos Hassan y la secretaría de Roberto Fajardo, ordenó una investigación para identificar y detener a los ladrones.
Los agentes federales comenzaron un trabajo de campo y lograron rastrear a uno de los integrantes de la banda, quien utilizaba un teléfono celular robado a una de las víctimas. Mediante un análisis de imágenes de cámaras de seguridad, también se identificaron los movimientos y características de los vehículos empleados en los asaltos, lo que llevó a localizar 4 domicilios en los partidos de Lanús, Lomas de Zamora y Quilmes, todos vinculados a la organización.
Con estas pruebas, el Juzgado de Garantías 2 de Esteban Echeverría, a cargo del juez Javier Leandro Maffucci Moore, ordenó una serie de allanamientos en los que fueron detenidos 2 hombres y una mujer, todos argentinos y mayores de edad. Además, se identificó a otros 3 hombres y una mujer relacionados con la causa.

Durante los operativos, se incautaron un automóvil de alta gama, una motocicleta, 186 mil pesos en efectivo, una campera con la inscripción de la Policía Federal Argentina, precintos utilizados para maniatar a las víctimas, 8 teléfonos celulares y documentación relevante para la investigación.
Los detenidos quedaron a disposición de la Justicia y enfrentan cargos por «robo agravado por el uso de arma de fuego en poblado y en banda» y «efracción».
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