La realidad de la periferia de San Martín es comparable con las zonas más pobres del país. Sin presencia del gobierno, los vecinos viven hacinados y a merced de un narcoestado. Las villas se siguen expandiendo hacia el Camino del Buen Ayre. Ahora tomaron un ex centro del Sedronar.
Decenas de familias tomaron esta semana la ex sede del Centro Preventivo Local de Adicciones del barrio Carcova. El lugar construido en los fondos de José León Suárez funcionó hasta 2015. Usurpado por narcotraficantes, lo convirtieron en un megabunker. Tras enfrentamientos entre bandas por el poder territorial, fue incendiado. Hoy da cobijo a varias familias que duermen en carpas y colchones en el interior del derruido lugar.
Los asentamientos en el Área Geográfica Reconquista vienen en aumento desde la década del 90. El relleno de la laguna El Pejerrey, situación en la que no intervino el Estado para impedirlo, no solo aumentó el terreno para el enclave de barrios de emergencia, si no que provocó mayores inundaciones en la zona al desaparecer el espejo de agua que funcionaba como reten en el cauce hacia el río Reconquista.
Desde el viernes, tras las fuertes tormentas que anegaron gran parte de la zona, la gente encontró refugio en el ex Centro Preventivo Local de Adicciones frente a la imposibilidad de continuar habitando las precarias casillas a la vera del ferrocarril Mitre. El espacio viene albergando hasta el momento aproximadamente 20 familias, pero aseguran que el número irá en aumento y piden la presencia de las instituciones ante las necesidades urgentes de asistencia social.
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