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¿No hay plata?: La reimpresión de boletas tras la renuncia de Espert costaría 14 mil millones de pesos

El escándalo de José Luis Espert y su posterior renuncia a la candidatura a diputado pueden obligar al gobierno a realizar una costosa e imprevista reimpresión de boletas. Esta maniobra, que sumaría 14 mil millones de pesos al gasto electoral, desata fuertes críticas de la oposición, que denuncia la «improvisación» y el despilfarro en una administración que pregona la austeridad.

A solo tres semanas de las elecciones generales, la salida de Espert como primer candidato a diputado nacional por La Libertad Avanza en la provincia de Buenos Aires genera un problema financiero y logístico a contrarreloj.

La decisión, tomada en medio de la polémica por sus presuntos vínculos con el “narcoempresario” Fred Machado, se podría traducir en un gasto adicional de 14 mil millones de pesos, según estimaciones de referentes opositores.

Este desembolso se suma a los 52 mil millones de pesos -incluido el IVA- ya invertidos en la impresión inicial de boletas para estos comicios. En total, el proceso electoral en papel ascendería a más de 66 mil millones de pesos, sin contar otros gastos logísticos asociados. Además, la urgencia de la reimpresión pone en duda si los plazos legales podrán cumplirse a tiempo.

La noticia reavivó el cuestionamiento al manejo de los recursos públicos por parte del oficialismo. Candidatos de Fuerza Patria salieron a denunciar el gasto y la falta de planificación.

Sebastián Galmarini criticó con dureza desde sus redes. «El capricho de Javier Milei de sostener a José Luis Espert hasta último momento se traduce en miles de millones tirados a la basura». El candidato a diputado nacional recordó que el costo total de la impresión en 2023 equivalía a 34 mil millones de pesos actuales, una cifra que ahora, con la reimpresión, se podría disparar a los 66 mil millones de pesos.

Jimena López, también candidata a legisladora nacional, señaló la contradicción del gobierno: «Destinan recursos al reemplazo de boletas mientras recortan en salud, educación y jubilaciones».

La polémica va más allá del impacto económico y subraya la improvisación de una gestión. El error político de sostener a un candidato envuelto en un escándalo hasta último momento obliga a un desembolso extraordinario, contradiciendo el discurso oficial de que «no hay plata» y de la necesidad de un ahorro riguroso. La millonaria reimpresión es vista por los críticos como la prueba de que los errores de la propia política terminan siendo pagados con fondos públicos.

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